Aprender idiomas es la mejor forma de entrenar tu cerebro

Para unos aprender una nueva lengua es algo sencillo, absorben una lengua con suma facilidad. Otros en cambio, se pasan años estudiando sin realmente dominar el lenguaje. Hay personas que hablan más de 7 idiomas, mientras que otras muchas apenas consiguen hablar una segunda lengua. ¿Por qué? Nuestro cerebro quizás tenga la respuesta. Al parecer uno de los aspectos clave en el aprendizaje de idiomas es la edad, no es lo mismo comenzar a estudiar a los 30 o 40 que en la infancia. De hecho, se ha demostrado que la edad en que los niños aprenden inglés puede tener una incidencia significativa en la estructura de su cerebro adulto.

Un estudio reciente llevado a cabo por el Instituto Neurológico de Montreal, la Universidad McGill y la Universidad de Oxford revela que el patrón de desarrollo del cerebro es muy parecido si aprenden uno o dos idiomas desde el nacimiento. De modo que aprender un segundo idioma en la infancia modifica la estructura del cerebro, concretamente tiene afectación corteza frontal inferior. Lo que sucede es que se la parte izquierda se hace más gruesa y la corteza frontal inferior derecha más delgada.

La corteza es una masa de varias capas de neuronas que juega un papel clave en las funciones cognitivas, como pueden ser el pensamiento, el lenguaje, la conciencia y la memoria.

Los datos científicos señalan que la edad de adquisición es crucial para establecer la estructura del aprendizaje de idiomas. Además, la adquisición de una segunda lengua después de la infancia estimula el crecimiento neuronal y las conexiones entre las neuronas mejorando las habilidades motoras complejas. Es por eso que las escuelas deben fomentar la comunicación y el aprendizaje de lenguas no solamente en la clase de inglés, sino dar otras materias también en lengua extranjera.

Dado lo importante que es poder comunicarnos con personas de otros países y culturas diferentes al nuestro, la mayoría de personas aprenden a hablar más de un idioma durante su vida. No solamente se trata de un reto a nivel personal, sino que en efecto, se trata de un ejercicio muy saludable para su cerebro pero además útil para los viajes y para hacer negocios. También es imprescindible para buscar trabajo, puesto que la mayoría de ofertas solicitan dominar el inglés en un nivel alto o avanzado.

El Centro de Envejecimiento Cognitivo y Epidemiología Cognitiva de la Universidad de Edimburgo ha estudiado la relación entre el conocimiento de idiomas y la salud mental. Y al parecer hay relación directa entre ambas variables. Las conclusiones son claras y contundentes: hablar más de un idioma agiliza el pensamiento en la vejez, aún cuando la segunda lengua se haya aprendido en la edad adulta. En el estudio se pudo probar que las personas mayores bilingües rendían mejor en los test cognitivos que los monolingües (personas que hablan solamente una lengua), aún cuando no habían tenido un buen resultado en las pruebas de inteligencia décadas antes.

Al igual que hacer deporte con regularidad es bueno para nuestra salud física, aprender un idioma es una muy buena forma de entrenar el cerebro. Si siempre te has planteado comenzar a estudiar un segundo idioma pero nunca te has atrevido, quizás ahora sea el momento. Nunca es tarde. Siempre puedes pedir ayuda con los idiomas, hay escuelas y organizaciones especializadas que organizan clases y actividades con métodos para aprender lenguas extranjeras.