Consejos para padres y madres: ¿Cuándo acudir al psicólogo por nuestros hijos/as?

En muchos casos se cree que solo hay que acudir al psicólogo cuando estamos ante un trastorno mental, y también se tiene la costumbre de acudir al psicólogo cuando el problema ya ha aparecido. Lo cierto es que muchas problemáticas se pueden prevenir, no hace falta esperar a que el problema aparezca. Muchas mamás y muchos papás se preguntan a menudo “¿lo estoy haciendo bien?” “¿será esta la forma correcta de educarle?” “¿si le consiento le estoy haciendo un mal?” entre otras tantas dudas que surgen a menudo, y en la mayoría de casos asistir a un profesional de la psicología nos puede ayudar a ganar bienestar, a mejorar el día a día, a adquirir seguridad.

¿Cuándo acudir al psicólogo por nuestros hijos/as?

1. Cuando se necesitan pautas para las tareas cotidianas:  Conseguir que se realicen las tareas cotidianas en casa viene unido a un desgaste emocional, no es fácil compaginar el trabajo con la casa y los niños, en muchos casos la situación se vuelve desbordante y la ayuda de un profesional a modo orientación puede ayudar de mucho.

2. Si notamos que el niño/a no está bien: Si no le vemos feliz, si el mismo nos manifiesta que está triste, cuando no disfruta de las actividades como antes, cuando no obedece, cuando no duerme bien, cuando no come bien, cuando pega, roba, falta el respeto, utiliza un lenguaje obsceno, lo cierto es que un niño emocionalmente contenido no pega ni falta el respeto, algo no va bien. No esperemos a que el problema se pase solo, o dará lugar a uno aún más grande. La prevención en la mejor aliada.

3.Cuando empieza a ir mal en clase: No hay que esperar a que aparezca el fracaso escolar, el niño puede haber bajado su rendimiento por muchos motivos, y todos ellos pueden tener solución, quizás necesita un evaluación para poder ser atendido en aquellas áreas en las que tiene dificulta. Cuando los niños son pequeños más plasticidad cerebral por lo tanto será mucho más fácil para un profesional reeducar aquellas áreas que no van bien.

4. Cuando algunos comportamientos se extienden en el tiempo: Tener rabietas a los 3 años puede ser considerado normal, a los 8 años no, hay que estar muy alerta acerca de aquellos comportamientos que perduran en el tiempo, y acudir a un profesional de la psicología infantil ante cualquier duda al respecto.

5. Cuando hay cambios en su percepción de mundo: Empezar el cole, llegada de un hermanito, divorcios, en este ultimo caso, los padres suelen sentirse también muy mal por el momento de la vida que les está tocando vivir pero ha sido decisión propia en la mayoría de casos, en cambio los niños suelen pasar por esta situación con un temor muy intenso, desconfianza, culpabilidad, desorientación, en estos casos el psicólogo podrá aliviar la situación de estrés en mayor medida aconsejando a los padres.

6. Cuando nuestro hijo es sobresaliente: Es importante que el niño reciba actividades colaterales que ayuden al aprendizaje además de un apoyo emocional, cuando el niño tiene demandas que superan la edad cronológica necesitamos resolverlas. Muchas veces estos niños se sienten excluidos a la vez que desanimados ya que nada les motiva.

7. Cuando hay malos hábitos de nutrición: No hay que esperar a que se desarrolle una anorexia o una bulimia, cuando ya empezamos a ver malos hábitos podemos acudir a un profesional. Y no solo en términos de nutrición, sino en general, adquirir buenos hábitos en la infancia nos marcarán un camino de bienestar en la vida adulta.

Los principales observadores de los niños son los padres, y si bien no hay que ser alarmistas son los padres los que primero han de darse cuenta que algo no va bien, no hay que empeñarse en considerar patológicos comportamientos normales (niño muy movido etc) pero sí es conveniente mantenerse atento, una ayuda especializada siempre ayudará a ganar bienestar.

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